Innsbruck, en Austria por primera vez
El jueves 27 de Febrero de 2014 nos encontró en «la metro» de Torino (donde estábamos visitando a nuestros amigos Diego y Juli), en dirección a la oficina de alquiler de autos Autoeropa. La idea era aprovechar el fin de semana para conocer algunos de los países vecinos de Italia… Innsbruck termino siendo el primero destino elegido.
El plan inicial era hacer Genova y el sur de Francia pero el pronóstico del tiempo nos tiro un poco la idea abajo. El cambio de plan nos llevo a mirar hacia el este…. Venecia? Eslovenia? algo del norte de Croacia? Todo sonaba tentador pero una vez mas las previsiones no eran las mejores.
Sabemos de sobra que el pronóstico muchas veces se equivoca pero sorpresivamente desde que llegamos a Italia y casi de forma milagrosa, el pronostico era 100% acertado. Que a las 15 se nubla? dicho y hecho!! Que va a estar soleado? Prepara la cámara porque el día va a estar ideal para las fotos!!
Así que para no arriesgarnos y haciéndole caso a las previsiones elegimos encarar para Innsbruck, en Austria. De este modo visitaríamos un nuevo país al cual «le teníamos muchas ganas» y del que tantas veces nos habían hablado.
Salida rumbo a Innsbruck
El viernes 28, muy tempranito por la mañana, sobre las 6:30, estábamos los 4 subidos al C4 Gran Picasso que nos esperaba aparcado en la calle. La distancia hasta destino era de de poco mas de 530 km por la autovía A4.
Salvo cuando pasamos por la zona de Milan que habia un poco de trafico, el resto del recorrido fue bastante tranquilo aunque la autopista esta repleta de camiones!!
A medida que nos íbamos acercando a Austria, el paisaje se iba transformando en una hermosa postal. Abundaba el verde, las construcciones iban cambiando y un sin fin de montañas nevadas fueron apareciendo.
A lo largo de los últimos km veremos miles de carteles que indican la venta de viñetas. Un impuesto que hay que pagar para circular por las autovías del país. Se pueden adquirir para 1 año (€82,70), 2 meses (€24,80) y para 10 días consecutivos (€8,50).
Cerca de las 12 del medio día ya estábamos estacionando cerca del centro de la ciudad. La encontramos bastante mas grande de lo que pensábamos, pero lo que tenia de grande lo tenia de ordenado y limpio. Dejamos el coche y nos fuimos en busca de la oficina de turismo para pedir un mapa y conocer los atractivos turísticos de la ciudad.
Info sobre Innsbruck
Innsbruck es una ciudad del oeste de Austria, capital del estado de Tirol. Está localizada en el valle del Inn, en medio de altas montañas, el Nordkette (2.334 msnm) al norte, Patscherkofel (2.246 msnm) y Nockspitze (2.403 msnm) al sur. Estas altas montañas le otorgan una fama internacional por la práctica de deportes invernales.
Otra curiosidad es que la central de la organización internacional Aldeas Infantiles SOS, una de las más grandes del mundo dedicadas a caridad, está localizada en Innsbruck.
Arco de Triunfo de María de Austria
Lo primero con lo que nos encontramos fue con el Arco de Triunfo de María de Austria. Ubicado al final de la principal avenida de la ciudad.
Cuenta la historia que la muerte de su esposo puso a María Teresa de Austria tan triste que decidió entregar a la ciudad un monumento en su honor, un monumento que estuviera a la vista de todos, ciudadanos y visitantes y así mandó a construirlo en 1765.
Columna de Santa Ana
Camino al casco antiguo nos topamos con la Columna de Santa Ana. Esta columna fue erigida el 26 de Julio de 1703 (día de Santa Ana) para conmemorar la liberación de las tropas bávaras que habían invadido el Tirol.
Se encuentra en una concurrida plaza y en la cima de la columna se erige una estatua de la Virgen María. La postal que forman los edificios aledaños, la estatua y la montaña nevada de fondo es digno de una postal.
Casco Antiguo Innsbruck
Poco metros mas y finalmente dimos con la oficina de turismo, mapa (€1) y nos adentramos en el casco antiguo en busca de los edificios y monumentos principales. Caminando por estos callejones a uno le da la sensación de que nunca haya paso el tiempo.
Los carteles, los edificios y todo lo que lo rodea forman una perfecta muestra de como seria la vida en aquellos años. Las fachadas, que en su mayoría conservan su aspecto de arquitectura gótica, datan de la época entre 1500 y 1540.
Golden Roof
El casco antiguo posee unos interesantes pasadizos abovedados que se extienden a lo largo de la antigua avenida principal Herzog Friedrich Strasse que desemboca en el símbolo de Innsbruck, el “Golden Roof” (el “Tejado de Oro”).
Sin dudas el edificio más famoso de la ciudad, se encuentra en medio del barrio gótico, uno de los cascos antiguos de Austria más bonitos y mejor conservados.
Enviado a construir por el Emperados Maximiliano I para celebrar su casamiento con Blanca Maria Sforza de Milán. Para ostentar aun mas pidió que se adornase con 2.657 tejas de cobre, doradas al fuego, por ello el «Golden Roof» sen transformo, en aquel entonces, en el centro de Europa.
Dentro del edificio se encuentra el “Museo Tejado de Oro” (Entrada €5), un lugar conmemorativo para el Emperador Maximiliano I, una de las mas importantes personalidades europeas de la época. En la cima se puede disfrutar de un mirador con vistas a todo el casco antiguo, tal como lo hacían Maximilano I con su mujer.
Innsbrucker Stadtturm
Frente al «Golden Roof» destaca la «Torre de la Ciudad de Innsbruck» (Innsbrucker Stadtturm). Otro de los monumentos mas representativos de la ciudad. Fue construida entre los años 1442 y 1450 justo al lado del antiguo ayuntamiento para defender sus derechos y su libertad ante cualquier amenaza externa.
El primer guardián de la torre fue nombrado en 1529 por el consejo del gobierno local. Sus funciones incluían anunciar las horas y alertar a la población sobre peligros de incendio y otras amenazas. El último guardián de la torre dejó sus funciones en el año 1967.
Su céntrica ubicación le permitió ser testigo de los principales eventos de Innsbruck, desde mercados semanales, fiestas populares, hasta desagradables torturas y ejecuciones.
Hoy en día sus 51 metros de altura y mas de 140 escalones permiten a los visitante disfrutar de unas de las mejores vistas de la ciudad y de las montañas que la rodean.
HelblingHaus
Otro edificio que llama muchísimo la atención en el casco histórico, y que se encuentra junto a los últimos dos mencionados, es el «HelblingHaus», el único edificio de estilo barroco de la ciudad. La fachada fue decorada con estuco por artesanos de la escuela de Wessobrunn, allá por el año 1730.
Catedral de Innsbruck
Siguiendo el paseo por los callejones desembocamos en la Catedral de Innsbruck. Tambien conocida como la Catedral de St James, posee una imponente fachada con dos altas torres que vigilan la plaza que lleva su mismo nombre.
La catedral de Innsbruck figura entre las más destacadas obras eclesiásticas del barroco, se construyó entre 1717 y 1724 encima de los restos de una iglesia gótica.
Un paseo acompañados por el río Inn nos regalo una de las postales mas hermosas de la ciudad. El río, unas casas de colores detrás y como invitado especial, decorando perfectamente la postal, las montañas nevadas de fondo.
Luego de almorzar, nos volvimos a «perder» por los callejones del centro histórico mientras nos dirigíamos a los Jardines Imperiales. Un tranquilo parque con mucho verde y aire puro que data de principios del siglo XV y que está abierto al público desde el siglo XIX.
Un último paseo de camino de regreso al coche mientras disfrutábamos de las ultimas horas de sol fue todo lo que pudimos hacer antes de ponernos con la ardua tarea de encontrar alojamiento.
Desde Torino nos costo muchísimo encontrar algo barato donde dormir, en esos días se celebraba el carnaval y la habitación doble mas barata que encontramos no bajaba de €140!!! Ni locos!! jajajaja.
Una reunión del equipo derivo en la decisión de conducir los 190 km hasta Salzburgo donde ya habíamos visto por Internet que había mas ofertas de alojamiento que en Inssbruck.
Nos hubiese gustado poder visitar alguna cosa mas en las afueras, pero con lo conocido nos quedamos mas que satisfechos.
Nuestro primer contacto con Austria fue mas que positivo. Finalmente valió la pena haberse decidido por visitar Innsburck, no solo por su belleza sino también por haberle hecho caso «al del tiempo» que, una vez mas, le acertó en el pronostico y nos regalo un hermoso día soleado.
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