Olimpia… cuna de los Juegos Olimpicos
El día 29 de Diciembre, sexto día del viaje, comenzaba en la localidad de Patras donde habiamos dormido y desde donde partiríamos hacia Esparta con una parada en la histórica Olimpia.
Alojamiento en Patras
La noche anterior, la del 28, la pasamos en un hermoso apartamento también reservado a través Airbnb. Pagamos apenas €43/noche!!!
El alojamiento esta ubicado en la parte baja de un caserón, a parte de estar nuevísimo, limpio y todo decorado por las navidades, el apartamento cuenta con 2 habitaciones dobles, un amplio salón comedor y una cocina con todo lo que un viajero pueda necesitar. Un gran jardín, buena calefacción, TV, WiFi, juegos de mesa y más…
La dueña, super simpática y servicial, también nos dejó zumo, leche, mermeladas caseras y hasta unos dulces típicos griegos hechos por ella. Un 10!!!
Sitio Arqueologico de Olimpia
Cerca de las 11 am y con bastante frío salimos hacia Olimpia. Nos separaban 120 kilómetros de una irregular carretera. Lo más curioso de este trayecto fue la manera de conducir y adelantar de los griegos.
Todos van prácticamente conduciendo por la banquina para que el resto de los conductores puedan adelantar más fácilmente. Da igual si es una curva, línea continua o discontinua… Ellos adelantan! Digamos que en la carretera… vale todo!!
Adaptándonos a su forma de conducir llegamos finalmente a Olimpia, un pequeño y desolado pueblo. Esta bien… Temporada baja + Domingo son un combo explosivo!!! Lo entendemos, pero no había ni un alma por la calle. Lo cruzamos hasta llegar al parking de la zona arqueológica, donde parecía que había algo mas de vida.
Dejamos el coche y seguimos las indicaciones que te llevan hasta la entrada. Ahí compramos los correspondientes tickets (€6 por persona por ser temporada baja) y comenzamos con la visita.
El mítico Sitio Arqueologico de Olimpia se encuentro al oeste de la Península del Peloponeso, en el valle del Río Alpheios. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1989, fue la sede de uno de los santuarios mas famosos de todo Grecia (dedicado a Zeus, el padre de los dioses) y el lugar donde se celebraban los tradicionales Juegos Olímpicos.
Las excavaciones para desenterrarlo comenzaron en 1829 con una expedición francesa. Luego, en 1875, fueron los alemanes los que continuaron con la excavación. Los primeros restos arqueológicos que se encontraron son fragmentos de cerámica que pertenecen al cuarto milenio a. C., a finales del neolítico.
Entre los edificios que mas destacan (o destacaban) sin dudas se encuentran el famoso «Templo de Zeus Olimpico«, el «Filipeo» y el «Estadio de Olimpia«.
El Templo de Zeus Olimpico
Erigido entre los años 470 y 456 a. C., fue el modelo de los templos clásicos griegos de orden dórico. Famoso por albergar la inmensa estatua de Zeus, que con sus casi 13 metros de altura fue declarada una de las siete maravillas del mundo antiguo.
Hablando del edificio en si, este templo fue construido con una pobre piedra caliza y cubierto por una capa de estuco que le daba cierta apariencia de mármol. Por su parte, la decoración escultórica si que estaba hecha de mármol de Paros. El templo de Zeus también destacaba por sus frisos, metopas, triglifos y sus enormes frontones llenos de esculturas.
Hoy en día, lamentablemente, solo queda en pie una de las tantas columnas. Así y todo uno se puede imaginar la magnitud del edificio.
Templo de Zeus Olimpico – Imagen de nationalgeographic.com.es
Filipeo
Otra edificación de renombre es el «Filipeo», un monumento circular de orden jónico de barro cocido, decorado con columnas a su alrededor. Fue construido por Filipo II y albergaba las estatuas de Filipo, Alejandro Magno, Amintas, Olimpia y Eurídice. Actualmente se pueden ver en pie (al menos) tres de sus columnas.
Estadio de Olimpia
Y en uno de los extremos del recinto nos recibió una de las «joyas de la corona». Unas de las cosas que mas nos atrajo, como a tantos otros viajeros, a visitar Olimpia. Hablamos ni mas ni menos que del histórico «Estadio de Olimpia«
Situado al este del santuario de Zeus, era el lugar donde se celebraban muchos de los eventos deportivos de los Juegos Olímpicos de la Antigüedad. Fue desenterrado a mediados del siglo XX, cuenta con una longitud de 212 metros x 28,5 de ancho y contaba capacidad para 50000 espectadores. El acceso a él se hace a través de un arco de piedra y aun se pueden ver las líneas de salida y los asientos de los jueces.
Las famosas «Olimpiadas» de la antigüedad se celebraron entre el año 776 a. C. y el 393 d. C., y un dato muy curioso es que en la mayoría de las competiciones los atletas eran hombres y participaban desnudos, por lo tanto el público era sólo masculino.
Decíamos que se celebraron hasta el año 393 de la era cristiana ya que fue, en esa época, que Teodosio I (emperador romano) prohibió cualquier acto pagano. Recién en 1896 se volvieron a celebrar los primeros Juegos Modernos, y fue en el Estadio Panatenaico de Atenas.
A modo reconocimiento y para no perder la costumbre, la legendaria llama olímpica de los actuales Juegos Olímpicos se sigue encendiendo en el estadio de Olimpia, y lo hacen a través del reflejo de la luz solar en un espejo parabólico. Luego se transporta en una antorcha, pasando previamente por algunas de las principales ciudades del mundo, al lugar donde se celebren las Olimpiadas.
Viajando un poco a la actualidad, en este mítico estadio se celebraron algunas disciplinas de atletismo durante los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. Eso tuvo que haber sido impresionante para los atletas!!!!
Nos encanto el estadio. Es verdad que no es mas que un rectángulo de tierra, pero toda la historia que guarda y la importancia que tiene en los orígenes del deporte hacen que sientas ese «algo» especial cuando lo visitas.
Museo Arqueológico de Olimpia
El frío no cesaba, no nos daba tregua. Entonces, como ya habiamos visto todo el recinto y para calentar un poco el cuerpo, aprovechamos a visitar el Museo Arqueológico.
El Museo Arqueológico de Olimpia . Inaugurado en 1885, fue el primer museo creado fuera de la capital griega. Alberga los descubrimientos hechos en el Altis, el yacimiento arqueológico de Olimpia y aseguran que su amplia colección de bronces antiguos es la más importante del mundo.
Algunas de las piezas «maestras» que se pueden apreciar en el museo son, por ejemplo, los frontones del Templo de Zeus de Olimpia, el Hermes con el niño Dioniso y la Victoria.
Frontones del Templo de Zeus de Olimpia
Los frontones del Templo de Zeus de Olimpia, son dos conjuntos escultóricos realizados en mármol de Paros y con un estilo severo. El frontón este muestra los preparativos para la carrera de carros entre Pélope y Enómao y el frontón oeste representa el combate entre los centauros y los lápitas, bajo la vigilancia de Apolo, la figura central.
Hermes con el niño Dioniso
El «Hermes con el niño Dioniso», con poco mas de 2 metros de altura, es una escultura de mármol hallada en el año 1877 entre las ruinas del templo dedicado a Hera.
Victoria
Por su parte, la «Victoria» (o Niké) se cree que fue construida entre los años 425 a. C. y 421 a. C. y fue descubierta en 1875 durante las excavaciones. Hecha de mármol de Paros, esta escultura representa a la diosa Victoria descendiendo a la tierra para agasajar a los vencedores con un ramo de olivo que lleva en su mano derecha y con alas desplegadas.
Visita completada!!! Muy interesante la verdad aunque también hay que decir que en este recinto la imaginación debe alcanzar su máximo esplendor!!! Menos mal que el museo y sus maquetas ayudan mucho.
Antes de abandonar Olimpia comimos algo es uno de los pocos locales abiertos donde volvió a caer… otro gyro típico de Grecia.
Esparta
Volvimos a la carretera para continuar hacia el sur. Destino final: Esparta, ciudad que solo utilizaríamos para dormir y visitar, al día siguiente, las cercanas «Ruinas de Mistrá».
Nuevamente nos tocó la mayor parte del recorrido por una carretera en un estado un poco cuestionable. Decir que una vez mas el DJ Loscalso nos entretuvo con su música. Esta vez se saco de la galera un espectacular popurrí retro.
Aljoamiento en Esparta
Por suerte los últimos kilómetros los hicimos por una bienvenida autopista con peaje (€4,15) y en apenas 2 horas ya estábamos en el centro de Esparta.
La idea era dormir directamente en Mistrá pero se nos complico encontrar algo razonable, por lo que terminamos reservando un apartamento por Airbnb en Esparta, que se encuentra a tan solo 6km.
El apartamento es algo antiguo pero esta bien conservado. Pagamos €64 la noche y cuenta con 2 habitaciones dobles, una pequeña cocina bastante equipada, un saloncito, tv y WiFi. Por suerte estaba bien calefaccionado y la dueña nos dejó un montón de detalles de bienvenida tanto en el baño como en la cocina.
Antes de que se hiciera completamente de noche salimos a dar un breve paseo por la avenida principal de la ciudad. Algo que no duro mucho porque hacia una frío que «flipas», dirían acá en España. Calentitos en el apartamento, aprovechamos para organizar la visita del siguiente día y adelantar un poco del blog.
Sitio Arqueológico de Mistrá
El itinerario del 30 de Diciembre no contaba con muchas paradas. Mas bien solo con 1, pero esta ya era más que suficiente. Visitaríamos el Sitio Arqueológico de Mistrá.
Nos levantamos y desayunamos tranquilamente mientras el mundo se descongelada!!! Jajajaj Mamita que fríoooo otra vez!!! Como ya comentamos, Mistrá se encuentra a tan solo 6 kilómetros de Esparta por lo que el viaje duro nada y menos.
Las Ruinas de Mistrá (o Mystras) están ubicadas en la ladera del Monte Taigeto, en Moera (Peloponeso). Pertenecen a una antigua ciudad bizantina fortificada del siglo XIII y fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1989.
Como visitar Mystras
El recinto cuenta con dos zonas, la «alta» y la «baja» y ambas poseen un parking donde se puede dejar coche. Existen varias maneras de recorrerlo.
La más recomendable, tal y como leímos en varios blogs, es aparcar en el parking de la zona baja subir al parking de arriba en taxi (o como buenamente se pueda) y comenzar a recorrerlo desde arriba hacia abajo. ¿Por qué? Porque está ubicada en la ladera de una montaña y hay tropecientosmil escalones.
La otra opción que recomendaba la «simpatiquísima» (ironía) señora que nos vendió los tickets, y que también leímos en varios blogs, es aparcar en la zona baja, recorrerla y volver al coche para subir al parking de la zona alta y terminar de visitar lo que falte.
Una última opción (por llamarla de alguna manera) que nos dio la señora fue la de dejar el coche en el parking de la zona baja, subir recorriendo hasta el castillo en la punto más alto del conjunto y volver a bajar todo nuevamente!!! Whaaaaat!! Are you crazy???? ¡¡¡Menuda paliza!!!
Nosotros íbamos con la idea del taxi. Así que llegamos al parking de la zona baja y… no había ni Dios!!! No solo en el parking sino que en todo el pueblo!!! Automáticamente pasamos al «Plan B».
Dejamos el coche, pagamos el ticket (€6 por persona por temporada baja) y le tuvimos que sacar una foto al «mapita» que tenían en la recepción porque no tienen una copia para los visitantes. El mapita que no lo entiende nadie pero bueno…
Hacia bastante frío y el maldito viento empeoraba la cosa. Comenzamos el paseo hacia la derecha y por orden de aparición visitamos:
La Metrópolis
Fundada a finales del siglo XII, la metrópoli de San Demetrio es la iglesia más antigua de Mistra y comparte espacio con un lindo patio rodeado de balcones. En el siglo XV sufrió bastantes modificaciones y en su interior destacan suelos y frescos.
Junto a la iglesia, en la parte de arriba, se encuentra el Museo Arqueológico de Mistrá que contiene una colección de objetos mediante la que expone las relaciones del Imperio Bizantino con Europa Occidental.
Iglesia Nuestra Señora Evangelistria
Esta iglesia bizantina se construyó entre los siglos XIV y XV y fue restaurada en el siglo XX. Está dedicada a la virgen que lleva su mismo nombre y cuenta con importantes frescos y un pequeño museo con reliquias de la época bizantina.
Iglesia de San Teodoro
La Iglesia de «Agioi Theodoroi» fue construida entre 1290 y 1295 y es una de las capillas más antiguas de Mistrá. Con un cierto parecido al Monasterio de Osios Loukás (el cual habiamos visitado unos días antes) esta iglesia fue, en sus comienzos, el katholikon de un monasterio hasta que luego se convirtió en una iglesia de cementerio.
Monasterio Brontochion
Fue el primer monasterio que se construyo allá por 1310 y de él destacan sobretodo los frescos que decoran su interior. Es el núcleo principal de la cultura bizantina y sitio donde se enterraban a los déspotas.
Monasterio de Pantanassa
Es un monasterio ortodoxo fundado en el siglo XV. Cronológicamente es la última iglesia construida en Mistrá bajo los muros de la Ciudad Alta. A mediados del siglo XIX pasó a ser ocupado por monjas de la Iglesia ortodoxa griega, que aun hoy en día siguen viviendo ahí.
Monasterio de Santa María Peribleptos
El ultimo rincón que visitaríamos en esta primera parte seria el Monasterios de Santa Maria Peribleptos. Se hizo difícil encontrarlo porque de repente desaparecieron todo los cartelitos indicativos. Seguimos el caminito casi por inercia y después de unos minutos, y bastante escondido, finalmente lo encontramos.
El monasterio de Santa María Peribleptos (o Panagia Peribleptos) esta dedicado a santa María de Peribleptos, de Constantinopla, y se cree que fue construido a mediados del siglo XIV. En el interior de su principal iglesia destacan los frescos que datan entre 1348 y 1380. Lamentablemente estaba cerrado y no pudimos ingresar.
Con esta visita terminamos la primera parte del paseo. Estábamos helados! El viento se hacia notar y mucho… Toda la vuelta nos llevo, yendo muy tranquilos, una hora y media. ¿Cansancio? Un poquito la verdad pero tampoco fue para tanto como habíamos leído. Probablemente en verano con el calor sea un poco peor.
Aun nos quedaba un tramo hasta el aparcamiento. Una vez llegamos, subimos al segundo parking y ahora tocaba el plato fuerte de la visita. Subir hasta el castillo…
En la entrada nos recibió otra «adorable» señora que sin levantar el cristal de su ventanita nos dice: (literal) «A la derecha el Castillo, a la izquierda Sofía, San Nicolás, el Palacio está cerrado… Acá no hay más nada para ver». Encantadora la señora!!!
Castillo de Mistra
Llegar al castillo consiste en una subida de unos 10 minutos hasta la cima de la colina. Es bastante cansador… Hay que ser sinceros!!! Y más aún cuando el cansancio no es proporcional a lo que te encontrás en la cima.
El Castillo De Mistra fue fundado por Guillermo II de Villehardouin y posteriormente remodelado por bizantinos y turcos. Actualmente del castillo queda poco y nada, solo las murallas externas. Lo bueno, son las espectaculares vistas que se obtienen desde arriba.
A nosotros el frío y el bendito viento que soplaba alla arriba nos hizo estar solo unos pocos minutos. Unas cuantas fotos y rajamos para abajo. La bajaba obviamente que fue mucho fácil que la subida!!
Una vez de regreso a la entrada principal, tocaba ahora seguir bajando para ver la Iglesia de Santa Sofia, la de San Nicolas y el inmenso Palacio del Déspota.
Iglesia de Santa Sofia
Es la iglesia mas cercana a la entrada, se remonta al siglo XIV. Esta bastante bien restaurada y destaca su torre campanario que esconde una escalera en su interior. Se cree que durante la ocupación turca la utilizaban como «minarete».
Iglesia de San Nicolas
Muy cerquita, y bastante escondida detrás de un paredón, se asoma tímidamente la Iglesia de San Nicolas. Una pequeña iglesia en la que destacan algunos de sus frescos aunque se encuentran en bastante mal estado.
Palacio del Déspota
Bajando el ultimo tramo llegamos al destacado palacio. Con forma de «L» se encuentra en una inmensa explanada en la que se celebraban asambleas y fiestas.
La parte derecha es la mas antigua y se cree que fue construida en la época de Guillaume de Villehardouin. El resto fue construido por los déspotas que ocuparon la zona entre los siglos XIV y XV.
Tal y como nos dijo «miss simpatía», el Palacio estaba cerrado. Aunque no solo el Palacio sino también todo el perímetro por lo que nos tuvimos que conformar con verlo de lejos.
Fin de la visita… El camino de subida de regreso al coche fue bastante matador. Seguía haciendo mucho frío y se noto el cansancio en la piernas acumulado de la zona baja y de la subida al castillo… Uffff encima los escalones son altísimos!!! jejeje
Aunque también tenemos que decir que la verdad que vale mucho la pena el esfuerzo. Las ruinas son dignas de ser visitadas.
Ahora tocaba llenar el estómago! Con una leve llovizna bajamos hasta el pueblo y nos metimos en el primer restaurante que encontramos. El mejor regalo que podían ofrecernos no era ni una comida exquisita, ni unos precios baratísimos, sino una bienvenida salamandra a la que nos pegamos cual garrapatas.
Con el estómago lleno y con la temperatura corporal recuperada agarramos la Ruta 84 dirección norte. Habíamos decidido adelantar trayecto hasta Nauplia y así dormir ya en el siguiente destino del itinerario.
Aca el resto de las fotos! No te las pierdas!!